jueves, 28 de mayo de 2015

VOLVER A LOS ORIGENES

No se si será haber visto tanto tiempo el programa de Mirtha Legrand o que el gatito ponja de la suerte realmente atrae lo deseado, lo cierto es que desde hace un mes y medio aprox me he desaparecido de la blogósfera. He dejado de ser una desempleada para tener un trabajo semi estable. Es cierto, no he dejado de ser pobre, teniendo en cuenta que la mitad de mi sueldo del primer mes se lo llevaron los impuestos que debo pagarle al estado, pero por lo menos ya no soy indigente.
Felizmente , atrás quedaron esos días en los que me rebuscaba la vida dándole clases a insoportables niños de primaria y aguantando a sus progenitores. Y digo semi estable, porque ser un freelance te asegura poder trabajar en bata, pero no así que te paguen.
Lo cierto es que en estas semanas entre recibida oficial, trabajo suficiente para poder llegar a fin de mes, me olvidé de escribir esas largas crónicas llenas de adjetivos, me olvidé de un cuento en el que me hacía la heredera de Cortázar y de salir a la calle para ver a la gente pasar.
Revolviendo entre las inservibles cosas de mis cajones, encontré un cuadernito, me lo traje hace más de dos años de un viaje al fin del mundo , literalmente, para regalar  y nunca se dio la ocasión. Primero le saque el envoltorio y lo guardé y hace unas pocas horas lo volví a ver y me inspiró para contar una historia especial como él, porque el destinatario del regalo ya no lo merece.